Al celebrarse la Independencia de México, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) publicó en su sitio web una explicación que aclara que los próceres Hidalgo y Morelos no murieron excomulgados.
Así lo indicaron los obispos en el texto titulado "El levantamiento de excomunión de Miguel Hidalgo y José María Morelos y Pavón", que se publicó en el sitio web de la CEM la tarde del 15 de septiembre.
"En octubre de 2007, diputados de diferentes grupos parlamentarios presentaron una exhortación a la Secretaría de Relaciones Exteriores y a la de Gobernación respectivamente, para gestionar ante el Estado Vaticano, el levantamiento de los edictos de excomunión de dos de los próceres de la independencia de México: Miguel Hidalgo y Costilla, y José María Morelos y Pavón", explica el texto.
"Algunas de las aseveraciones de los proponentes fueron las siguientes: 'de no levantarse la excomunión en todos aspectos, se tendría a todos los católicos, incluyendo al clero y al estado del Vaticano como herejes y dados por excomulgados'. Posteriormente, estas consideraciones fueron desestimadas ya que, según los estudios efectuados para ese caso en particular, ninguno de los religiosos murió bajo esa falta", precisan los obispos.
El texto recuerda que "pocos días después de iniciado el movimiento de independencia, en septiembre de 1810, se promulgó el edicto de excomunión al padre Miguel Hidalgo y Costilla y a 'sus secuaces'".
"El documento fue expedido por el Obispo electo de Valladolid, Manuel Abad y Queipo de quien se dice, además, era amigo del cura. Se les acusaba por: "haber atentado a la persona y libertad del sacristán de Dolores, del cura de Chamacuero, y de varios religiosos del convento del Carmen de Celaya, aprisionándolos y manteniéndolos arrestados. Los declaro excomulgados vitandos, prohibiendo, como prohíbo, el que ninguno les dé socorro, auxilio y favor, bajo la pena de excomunión mayor, ipso facto incurrenda'".