El 15 de septiembre, una basílica católica en la pequeña ciudad de Lenola (Italia) celebra la fiesta de Nuestra Señora de la Colina, una imagen de la Virgen María que estuvo perdida durante 13 siglos.
La Basilica della Madonna del Colle fue erigida tras un milagro obrado por intercesión de la Virgen de la Colina en favor del siervo de Dios Gabriele Mattei, quién con dos amigos encontraron la imagen, cubierta por escombros y espesas zarzas, el 15 de septiembre de 1602, al seguir las indicaciones de la misma Madre de Dios.
Según indica la basílica en su página web, se cree que la imagen es del siglo III D.C. y fue pintada en la pared de una cueva donde los cristianos se refugiaron mientras escapaban de la persecución del emperador Decio.
Los soldados romanos descubrieron el santuario improvisado donde los cristianos rezaban, los asesinaron y dejaron sus cuerpos esparcidos en la cueva.
Otros cristianos de la zona se enteraron de la masacre y subieron con un monje para darles un entierro adecuado.
Cansados después del trabajo, los cristianos se durmieron, solo para ser despertados repentinamente por un ruido fuerte y una luz brillante que inundaba la cueva. Entonces, oyeron una voz que decía "No temas, espera en Dios, estoy entre vosotros para su consuelo, aquí está mi imagen".