REDACCION CENTRAL,
El Consejo de Derechos Humanos de las Nacionas Unidas (ONU) aprobó recientemente la designación de la médica sudafricana proaborto, Tlaleng Mofokeng, como Relatora Especial sobre el derecho a la salud, un cargo de gran influencia que dura seis años.
Mofokeng es presentada oficialmente como "activista por los derechos de la mujer y la salud sexual y reproductiva", y ella misma reconoce que "ha brindado servicios de aborto durante más de una década".
Álvaro Bermejo, director general de IPPF, la multinacional del aborto más grande del mundo, emitió un comunicado saludando su nombramiento, reconociéndola como "proveedora de servicios de aborto seguro" y ofreciéndole su "apoyo incondicional".
El 4 de septiembre el Centro para la Familia y los Derechos Humanos (C-Fam), un grupo de defensa del derecho internacional e investigación con sede en los Estados Unidos, publicó un artículo en el que asegura que la ONU nombró "como su máxima experta en salud y derechos humanos a una antigua abortista partidaria de que las adolescentes se prostituyan".
C-Fam recordó que en abril, Mofokeng "recibió una fuerte reprimenda de ex víctimas de explotación sexual y de las asociaciones que las defienden cuando escribió un artículo en Teen Vogue en el que animaba a las jóvenes adolescentes a plantearse el 'trabajo sexual' como una opción laboral más".
En su artículo "Por qué considero digno el trabajo sexual" del año 2019, Mofokeng escribió que "el trabajo sexual y los derechos de la trabajadora sexual son también derechos de la mujer, derechos sanitarios y derechos laborales, y constituyen la prueba de fuego del feminismo transversal".