"Esas son afirmaciones grandes y significativas sobre un proveedor de atención médica. Yo estaba operando con amor y cuidado por esta mujer, cuidándola desde un punto de vista médico y espiritual. La paciente estaba experimentando un trauma, pero era por la situación en la que se encontraba", dijo Kreft.
Más tarde, Kreft se acercó a la clínica y preguntó si le permitirían tomar un curso de Planificación Familiar Natural y se negaron porque "no era relevante" para su trabajo.
Los ERDs afirman que las organizaciones sanitarias católicas deben proporcionar formación en Planificación Familiar Natural como alternativa a la anticoncepción hormonal. Kreft dijo que no sabía si alguien en la clínica estuviera capacitado para ello.
Finalmente, la clínica y recursos humanos informaron a Kreft que debía firmar un documento de "expectativas de desempeño", indicando que si un paciente solicita un servicio que ella misma no brinda, estaba obligada a derivar al paciente a otro proveedor de atención médica de Providence.
Esto implicaría que Kreft remitiera a servicios que, según su criterio médico, consideraban un detrimento para la paciente, como ligaduras de trompas y abortos.
Kreft dijo que escribió a los líderes del sistema de salud recordándoles su identidad católica y preguntándoles por qué había tanta desconexión entre los ERDs y las prácticas del centro médico. Ella dice que nunca recibió respuesta a sus preguntas sobre los ERDs.
En octubre de 2019, recibió un aviso de rescisión de 90 días porque no quiso firmar el formulario.
A través de la mediación facilitada por Thomas More Society, un bufete de abogados católico, Kreft acordó no demandar a Providence y ya no tenía el empleo a principios de 2020.
Su objetivo al llegar a un acuerdo, dice, era poder contar su historia libremente -algo que el litigio tal vez no le permitió hacer- y ser una fuente de apoyo para otros profesionales médicos que tienen objeciones similares.
Kreft también presentó una queja ante la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos (HHS9, que trabaja con los empleadores para elaborar un plan de acción correctiva para remediar las violaciones de derechos civiles e incluso podría retirar fondos federales si las violaciones continúan.
La trabajadora de salud dijo que actualmente no hay actualizaciones importantes sobre esa demanda y que "la pelota" está actualmente en la cancha del HHS.
Providence Medical Group no respondió a la solicitud de comentarios de CNA.
Kreft dijo que al practicar la atención médica provida, ella había querido ser "una pequeña luz" en su clínica, pero eso "no fue tolerado ni permitido en la organización en absoluto".
"Esperaba [oposición] en un hospital secular, donde hice mi entrenamiento, pero el hecho de que esté ocurriendo dentro de Providence es escandaloso. Y confunde a los pacientes y sus seres queridos", añadió.
También recomendó que cualquier profesional de la salud que enfrenta un dilema ético se comunique con el NCBC, ya que pueden ayudar a traducir y aplicar las enseñanzas de la Iglesia a situaciones de la vida real.
Zalot recomendó que todos los trabajadores de la salud católicos se familiaricen con las protecciones de conciencia vigentes en el hospital o clínica donde trabajan y, si es necesario, busquen representación legal.
También aconsejó que si los trabajadores o los pacientes observan que los hospitales católicos hacen cosas contrarias a los ERDs, deben comunicarse con su diócesis.
"El NCBC puede, por invitación de un obispo local, realizar una auditoría de la catolicidad de un hospital y presentar recomendaciones al obispo", dijo.
Kreft, de alguna manera, todavía está conmovida después de haber sido despedida seis meses en su primer trabajo médico.
Actualmente, está tratando de ser una defensora de otras personas que pueden estar en una situación similar, y espera alentar a los hospitales católicos a optar por reformarse y brindar "la atención médica de afirmación a la vida para la que fueron fundados".
"Probablemente hay otros proveedores de atención médica, incluso dentro de Providence, que han experimentado situaciones similares. Pero imagino que Providence no es el único sistema de salud católico en el país que lucha con esto", añadió.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
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