Asia Bibi, la cristiana pakistaní símbolo del sufrimiento provocado por la persecución anticristiana aseguró en una entrevista a la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) en la que explicó que mantiene en su postura en defensa de las minorías y reitera su posición a favor de cambiar la ley de la blasfemia en Pakistán.
Bibi concedió esta entrevista después de unas declaraciones a una televisión en Estados Unidos que no fueron completas y precisas sobre la aplicación de la ley de la blasfemia en Pakistán.
Esta cristiana, madre de 5 hijos, estuvo encarcelada por la ley de la blasfemia casi 10 años hasta la absolución sentenciada por la Corte Suprema de Pakistán en octubre de 2018. Actualmente vive bajo asilo político en Canadá.
Según explicó, durante los 10 años que estuvo encarcelada "sufrió muchísimo" por "la lejanía de su familia" y también porque durante ese tiempo enfermó, pero afirma que en ese tiempo de prueba "sintió fuertemente la presencia de Dios".
El Informe para la Libertad Religiosa que publica ACN explica que las llamadas "leyes de blasfemia", incorporadas en 1986 al Código Penal de Pakistán (artículos 295 B, 295 C, 298 A, 298 B, 298 C), limitan enormemente la libertad de religión y de expresión. La profanación del Corán e insultar a Mahoma son delitos punibles con cadena perpetua y pena de muerte respectivamente. En la vida cotidiana estas leyes se utilizan con frecuencia como medio para perseguir a las minorías religiosas.
También son frecuentes otras violaciones de los Derechos Humanos que tienen lugar en Pakistán, Asia Bibi aseguró estar al corriente de los raptos y conversiones forzadas a menores cristianas que son obligadas a casarse.