VATICANO,
En el discurso dirigido a un grupo de obispos franceses en visita Ad Limina, y que estuvo centrado el laicado, el Papa Juan Pablo II señaló que el obispo no puede asistir impotente a la destrucción de la familia.
“La familia –dijo el Papa- debe ser vuestra principal preocupación pastoral. La familia no es un modelo de relación como los otros, sino un tipo de relación indispensable para el porvenir de la sociedad”.
El Pontífice señaló que hay que prestar mucha atención a la formación de los jóvenes que quieren casarse, “proponiéndoles una visión positiva de las relaciones afectivas y de la sexualidad”.
No podemos asistir impotentes de carácter destructivoLas Mejores Noticias Católicas - directo a su bandeja de entrada
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