SAN JOSÉ,
El martes 1 de septiembre los obispos de Costa Rica se reunieron con el presidente de la República, Carlos Alvarado Quesada, a quien expresaron una "honda preocupación" por el rumbo que está tomando el país y que afecta a las personas más vulnerables.
"Acudimos como pastores del pueblo de Dios, pero también como ciudadanos que tenemos una honda preocupación por el rumbo que está tomando el país, afectando lamentablemente, a los más débiles y desprotegidos, los más pobres y necesitados, los desempleados y otros sectores que se siente sin voz", señaló un comunicado publicado por la Conferencia Episcopal de Costa Rica el mismo martes, en horas de la noche.
El encuentro se realizó a las 5 p.m. (hora local) por iniciativa del presidente Quesada para tratar varios temas, como la atención de la emergencia nacional por la pandemia de COVID-19, el proceso de diálogo convocado por el Ejecutivo, el proceso de financiamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el sector pesquero.
En su mensaje, los obispos costarricenses agradecieron el esfuerzo del Gobierno en la implementación de medidas en diversos campos. No obstante, señalaron que son "conscientes de la incertidumbre y temor" ocasionados por los efectos de la pandemia "que han sido muy graves para el país".
"Desde la visión de la doctrina social de la Iglesia, creemos que esta crisis no es solamente de salud y economía. Hemos hecho ver al presidente de la República que, desde antes de la pandemia, Costa Rica estaba sumergida en cifras lamentables y vergonzosas de desempleo y pobreza", recordó la Conferencia Episcopal.
En ese sentido, los obispos recordaron que por varios años han "hecho un llamado sobre el modelo económico y estructural de las últimas tres décadas, que ha incrementado la desigualdad".