Las denuncias de abuso laboral y encubrimiento de acoso sexual contra el ex secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrao, han puesto a la organización en el centro de la polémica, mientras que organizaciones a favor del aborto salieron en su defensa.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, decidió recientemente no aceptar la renovación de Abrao en el cargo. Cuestionado por distintos organismos internacionales, aseguró en un comunicado que "de ninguna manera incorporaré o reincorporaré a ninguna persona sobre la cual penden 61 denuncias".
Almagro indicó que sobre Abrao pesan acusaciones de "conflicto de interés, tratos diferenciales, retrocesos graves en la transparencia de los procesos, retaliaciones y violaciones al código de ética, impunidad para denuncias de acoso sexual, por mencionar algunas".
La decisión de Luis Almagro se enfrentó a las críticas de más de 400 organizaciones que dicen defender los derechos humanos, entre ellas muchas promotoras del aborto como Amnistía Internacional, la "Red Latinoamericana y Caribeña de Católicas por el Derecho a Decidir", la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto en El Salvador, Mexfam (filial mexicana de la International Planned Parenthood Federation), el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) de México y Human Rights Watch (HRW).
Señalando, entre otros, a Amnistía Internacional y HRW, Almagro criticó en su comunicado que "desconocen derechos laborales básicos de trabajadoras y trabajadores para garantizarles la posibilidad de trabajar libres de acoso. Respuestas corporativas y negacionistas no es la mejor manera de dar justicia ni de garantizar los derechos humanos".