A raíz del acto de violencia policial cometido contra el ciudadano afroamericano Jacob Blake en Wisconsin, los obispos Estados Unidos instaron a los católicos a orar y ayunar este viernes por el fin del racismo.
"Teniendo en cuenta la violencia en Kenosha, Wisconsin, y en otras ciudades del país, instamos a todas las personas de fe a observar el 28 de agosto o la fiesta de San Pedro Claver el 9 de septiembre como un día de ayuno y oración", dijo en un comunicado del 27 de agosto, Mons. Shelton J. Fabre de Houma-Thibodaux, presidente del Comité Ad Hoc contra el Racismo de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés).
El domingo 23 agosto, el ciudadano Blake quedó en estado crítico tras recibir siete tiros por la espalda de la policía de la ciudad de Kenosha.
El hecho desató protestas pacíficas así como violentos disturbios. Según los informes, grupos armados también se reunieron para evitar que los negocios sean saqueados o vandalizados. Varias carreteras también fueron bloqueadas.
Por tal motivo, el Condado de Kenosha declaró estado de emergencia y toque de queda desde el 24 de agosto y se pidió a la población evitar estar en las calles por motivos de seguridad.
En su comunicado, Mons Fabre resaltó que "en medio de los continuos disturbios raciales de nuestro país, reafirmamos nuestro compromiso de buscar pacíficamente la justicia racial".