La hermana Deirdre "Dede" Byrne POSC, cirujana y militar retirada, participó ayer en la Convención Republicana Nacional y dijo que no es solo provida, sino "pro vida eterna".
La coronel retirada del Ejército de Estados Unidos y miembro de las Hermanas Pequeñas Obreras de los Sagrados Corazones de Jesús y María, inició su alocución "confesando" que recientemente "recé en una capilla, rogándole a Dios que me permita ser una voz, un instrumento de la vida humana. Y aquí estoy, hablando en la Convención Republicana Nacional. Así que creo que deben poner atención a aquello por lo que rezan".
"Como médico puedo decir sin duda alguna: La vida comienza en la concepción. Si bien lo que tengo que decir puede ser difícil de oír para algunos, lo digo no solo porque soy provida, sino porque soy pro vida eterna y quiero que todos lleguemos juntos, algún día, al Cielo", destacó la religiosa.
Criada en los suburbios de Washington D.C. en una familia con siete hijos, Byrne se graduó en Virginia Tech antes de iniciar la carrera de medicina en la Universidad de Georgetown. Mientras estaba allí, ingresó al ejército como una forma de pagar sus estudios y terminó sirviendo en las fuerzas armadas durante 29 años como médico y cirujana.
El 26 de agosto, en la convención republicana, la religiosa dijo que si bien muchos son marginados "más allá de nuestras fronteras, la verdad es que el grupo marginado más grande del mundo puede encontrarse aquí en los Estados Unidos. Son los no nacidos".
"Como cristianos, vemos por primera vez a Jesús como un embrión en el vientre de una madre soltera y lo vemos nacer nueve meses después en la pobreza de una cueva", dijo.