Así se vivió la primera peregrinación online al Santuario de San Alberto Hurtado

Para ello los alentó a dejar "que sus corazones se configuren con el corazón de Cristo, porque así se asemejará al de San Alberto Hurtado".

Mons. Cristián Roncagliolo, Vicario de la Esperanza Joven, presidió la Santa Misa desde la tumba de San Alberto Hurtado y manifestó que el sello característico de la vida del santo chileno "fue la caridad desbordante".

"Hubo tres elementos. Primero, San Alberto se preguntaba qué haría Cristo en su lugar. Esa pregunta fue esencial para el discernimiento, para tomar decisiones. La pregunta por la voluntad de Dios, San Alberto se la hacía de verdad. No era una pregunta formal, sino que radical. Esto nos hace preguntar lo mismo todos los días", dijo Mons. Roncagliolo.

En segundo lugar, "Alberto Hurtado siempre estuvo en contacto con Dios. La oración no es el pariente pobre de su vida, sino que es aquello que agita su vida y permite una unión entrañable con Dios. La vida de oración no es una alternativa circunstancial, sino que es condición de posibilidad de la vida cristiana".

Como tercer punto, el Vicario de la Esperanza Joven destacó que el santo tuvo una "vida cristiana práctica, concreta y que se nota. La vida cristiana no es un cartel, o un carnet de pertenencia, no es una buena idea. Sino que es algo que se nota y es algo que nos interpela hasta hoy", sostuvo.

La jornada finalizó con la oración cantada del cantautor, P. Cristóbal Fones, quien explicó que "esta oración quiere ser a través del canto un espacio comunitario y compartido, desde tantos rincones de América Latina y Europa", de quienes "compartimos una esperanza común".

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