Los obispos de Bolivia llamaron a un "estado permanente de oración" para no perder la "esperanza en medio de la adversidad".
La declaración fue leída por el secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), Mons. Aurelio Pesoa, al finalizar la Asamblea Extraordinaria de Obispos efectuada entre el 19 y 21 de agosto.
"Les invitamos a apoyarnos en la fe, en un estado permanente de oración, esto nos ayuda a animarnos, a no perder la esperanza en días mejores", leyó Mons. Pesoa.
En su mensaje, los obispos describieron "situaciones muy dolorosas" que amenazan el futuro, como las crisis económicas, la falta de trabajo, las "heridas sociales aún no sanadas, las polarizaciones en nuestra sociedad", entre otras.
"Un panorama incierto que nos pone frente a temores y desconciertos. Es necesario que miremos nuestro futuro con esperanza", insistieron.
Los obispos dijeron que el país necesita "imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana, con líderes que impulsen un proceso de verdadero desarrollo aprovechando lo que tenemos".