CALIFORNIA,
Esta semana, unos desconocidos llegaron a una parroquia de California (Estados Unidos), y decapitaron una estatua de la Virgen María y echaron pintura sobre la escultura de los Diez Mandamientos, acto que fue lamentado por el párroco, quien llamó a toda su comunidad a orar por los atacantes.
Las estatuas fueron profanadas en la noche del lunes 17 de agosto en la parroquia Our Blessed Lady de Citrus Heights, en el condado de Sacramento. La segunda estatua afectada, sobre la que pintaron una esvástica, representaba los Diez Mandamientos y había sido colocada "en dedicación a todos aquellos que han perdido la vida a causa del aborto".
"Le pido a nuestra comunidad de la Sagrada Familia que se una a mí en oración por la persona o personas que hayan hecho esto y que estarían buscando aumentar las penas en nuestro mundo y traer dolor a quienes no les han hecho daño. Es probable que acciones de este tipo nazcan de un dolor interno por el que debemos tener compasión", dijo en un comunicado esta semana el P. Enrique Álvarez, párroco del templo.
En su mensaje, reconoció que fue "desgarrador ver la profanación de una imagen de Nuestra Santísima Señora y angustioso tratar de comprender por qué alguien haría esto".
"Si bien no tenemos forma de saber el motivo de esta acción vergonzosa, sí sabemos esto: no genera ningún testimonio, no promueve ninguna causa y no anima a nadie. Simplemente crea más dolor en un tiempo que ya está lleno", añadió.
Un día después del acto vandálico, la estatua de la Virgen María fue reparada y la otra fue limpiada por completo.