La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) hizo un llamado a la paz y pidió por el descanso de los 13 jóvenes que fueron asesinados el pasado 11 y 15 de agosto en las ciudades de Cali y Samaniego.
Mediante un comunicado, los obispos manifestaron su "profunda aflicción y preocupación" por las masacres en el país y expresaron su cercanía a las familias de los jóvenes asesinados.
"Oramos a Dios por las víctimas y expresamos nuestra cercanía y solidaridad a sus familias, a los habitantes de las ciudades donde sucedieron estos crímenes y a las comunidades eclesiales de la Arquidiócesis de Cali y de la Diócesis de Ipiales", agregaron.
Según reportan medios locales, este 15 de agosto, ocho jóvenes fueron asesinados por un grupo de hombres armados en Samaniego, mientras conversaban en una casa.
El gobernador de Samaniego, Jhon Rojas, indicó a la Revista Semana que el municipio enfrenta una ola de violencia que en los últimos dos meses ha registrado el asesinato de 20 personas.
Esto se suma al hallazgo de cinco cadáveres la semana pasada en un cultivo de caña de azúcar en el barrio Llano Verde, en Cali.