Los Obispos de Brasil condenaron que una niña de 10 años, que tenía cinco meses y medio de embarazo, haya sido sometida a un aborto, cuando se contaba con todo el apoyo del personal médico para el cuidado de su vida y la del bebé.
El embarazo de la pequeña fue descubierto en el municipio de São Mateus a comienzos de este mes, luego de haber sido llevada al hospital por dolores abdominales. El examen constató el embarazo de la niña que sufría el abuso de su tío desde los 6 años.
El 14 de agosto, un juzgado del estado de Espíritu Santo, por medio de la rama de Infancia y Juventud de São Mateus, autorizó el aborto. La decisión fue del juez Antônio Moreira Fernandes, atendiendo un pedido del Ministerio Público de Espírito Santo.
En un primer centro de salud, el Hospital das Clínicas, en Vitória (Espíritu Santo), los médicos rechazaron hacer el aborto porque "la edad gestacional no estaba amparada en la legislación".
La niña fue llevada entonces al Centro Integrado de Saúde Amaury de Medeiro (CISAM-UPE), en Recife, estado de Pernambuco, donde finalmente se realizó el aborto.
En un comunicado, el presidente de la Comisión Episcopal por la Vida y la Familia de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), Mons. Ricardo Hoepers, cuestionó la decisión de practicar el aborto en la niña y dijo que "es una historia que necesita ser aclarada".