CAMBERRA,
El P. Liam Ryan, quien es surfista desde hace muchos años, se encontraba de vacaciones visitando a su mejor amigo en Australia Occidental cuando, en la tarde del 31 de julio, vio a otro surfista siendo asechado por un tiburón.
"Lo vi fuera de su tabla, luciendo realmente perdido y había solo media tabla flotando allí", dijo el P. Ryan, de 33 años, a The Catholic Leader, el diario de la Arquidiócesis de Brisbane.
El presbítero, que estaba surfeando en Bunker Bay, a unos 96 kilómetros al suroeste de Bunbury, aseguró que hubo un silencio inquietante antes de que un gran tiburón blanco, que había mordido la tabla de Phil Mummert por la mitad, reapareciera para continuar con su ataque.
"Y luego vimos esta enorme abertura. El tiburón se lanzó sobre él... y luego volvió a hundirse", dijo el sacerdote a The Catholic Leader.