En una histórica ordenación, por ser la primera vez que se celebra fuera de la Catedral de Los Ángeles para garantizar las medidas de seguridad sanitarias ante el coronavirus, el Arzobispo José Gomez confirió el orden sacerdotal a ocho nuevos presbíteros, entre los cuales están un mexicano, un filipino y dos coreanos, lo que muestra la diversidad de culturas de esta importante ciudad estadounidense.
La Misa de ordenación se celebró en la plaza que está fuera de la Catedral de Los Ángeles y en ella participaron, además de Mons. Gomez, sus obispos auxiliares y los nuevos sacerdotes, un reducido número de personas limitado solo a 100 entre familiares y amigos de los presbíteros.
En años anteriores, explica la Arquidiócesis de Los Ángeles, la ordenación sacerdotal se ha realizado en el mes de junio y siempre ha sido abierta a todos los fieles, familiares y amigos, pero debido a la crisis del COVID-19 es que se tomó la decisión de reducir drásticamente el aforo.
"Esta es una celebración única, la primera vez que presidimos una ordenación afuera de la Catedral de Nuestra Seَñora de los Ángeles", dijo Mons. Gomez, que es también presidente del Episcopado estadounidense.
"El sacerdocio es muy importante, no solo para la Iglesia, sino para todo el mundo. Todo sacerdote es signo del amor de Dios, un signo de que Él está aún trabajando en el mundo, llevando a cabo su plan de redención", dijo el Arzobispo de origen mexicano en su homilía.
"Un sacerdote debe ser siempre transparente. La gente debe poder siempre 'ver a través de ustedes' y así ver el amor de Cristo. Su ordenación hoy es histórica".