El Arzobispo de Managua (Nicaragua), Cardenal Leopoldo Brenes, celebró este miércoles una Misa en la entrada de la Capilla de la Sangre de Cristo, de la Catedral Metropolitana, que fue atacada con una bomba molotov el 31 de julio.
La Eucaristía fue celebrada junto a un reducido grupo de sacerdotes y religiosas. Detrás del Purpurado se encontraba la imagen de Cristo crucificado que quedó calcinada por el atentado; asimismo, el rostro que se desprendió de la imagen fue mostrado durante la Misa.
"La Iglesia siempre ha sufrido y seguirá sufriendo, pero la seguridad es que el Señor nos acompaña", afirmó el Cardenal al recordar el ataque del 31 de julio, y que calificó de "acto de terrorismo".
El Arzobispo de Managua indicó que si bien hay "un ambiente de tristeza y dolor […], porque nuestro sentimientos de esta pesadilla es ¿cuándo vamos a despertar?", alentó a aferrarse "a la cruz, porque si estamos aferrados a su cruz quien podrá apartarnos del amor de Dios".
El Purpurado se refirió a la imagen de Jesús crucificado y dijo que "vemos a nuestra sangre de Cristo calcinada, pero de pie".