La fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) condenó en un comunicado "en los términos más enérgicos" el ataque terrorista contra la catedral católica de Managua en Nicaragua que tuvo lugar el pasado 31 de julio.
El presidente internacional de ACN, Thomas Heine-Geldern declaró: "Nos sentimos cerca de los católicos del país en estos difíciles momentos y les aseguramos nuestro apoyo en la oración".
"Este es el último incidente de una sucesión de ataques anticristianos no solo contra edificios, sino también contra la fe católica. Esperamos que la persona o personas responsables sean llevadas ante la justicia", subrayó Heine-Geldern.
La Archidiócesis de Managua (Nicaragua) emitió un comunicado en el que explicaba que el pasado 31 de julio un desconocido llevó a cabo un ataque incendiario contra la capilla sacramental de la catedral de Managua, destruyendo casi completamente un valioso crucifijo del siglo XVII.
Frente a la popular cruz de la capilla consagrada a la Sangre de Cristo, ahora destruida, había rezado el Santo Papa Juan Pablo II con ocasión de su visita en 1996.