La imagen de la Virgen de los Ángeles, patrona de Costa Rica, fue vestida este año con un traje que lleva bordado el símbolo mundial de la salud y una súplica para que proteja a esta nación durante la emergencia sanitaria por el coronavirus COVID-19.
El 2 de agosto se celebraron los 385 años del hallazgo de la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de los Ángeles en Costa Rica. Si bien este año no se realizó una gran fiesta pública en honor a la "Negrita", como la llaman afectuosamente los costarricenses, el 1 de agosto se celebró la Misa a puerta cerrada y la tradicional elección de su nuevo vestido.
La Santa Misa, realizada en la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, inició con una procesión al interior del templo presidida por el Obispo de la Diócesis de Cártago (Costa Rica), Mons. Mario Enrique Quirós Quirós, acompañado por otros sacerdotes. Entre los asistentes estuvieron el coro, algunos fieles y miembros de la prensa que usaron mascarillas y siguieron los protocolos de bioseguridad, señaló la prensa local.
En su homilía, Mons. Quirós destacó la actitud de oración de la Virgen María, mujer llena de esperanza y que sabe escuchar, y alentó a los fieles a seguir su ejemplo, especialmente, en estos tiempos de incertidumbre para el mundo.
Además, el Prelado llamó a la sociedad costarricense a ser responsable para asumir las medidas sanitarias y pidió a Dios sabiduría, luz y entendimiento para los científicos que buscan una vacuna y tratamientos frente al COVID-19 y para que al descubrirse, estén al alcance de todas las personas.
"Ahora es el momento de sumarnos en la responsabilidad, en el cuidado personal y comunitario y de seguir emprendiendo nuestras luchas, trabajos, esfuerzos, donde todos saldremos ganando", dijo el Prelado, según el medio nacional.