Amparo Espinosa Rugarcía es la presidenta de la asociación Por el Derecho a Morir con Dignidad (DMD) de México desde el año 2009, pero tras cursar un máster sobre bioética y conocer los cuidados paliativos su visión de "morir dignamente" cambió radicalmente.
"Dirijo una asociación por el derecho a morir, cuando empecé que fue el año 2009 tenia muy claro lo que quería trabajar en México: la legalización el eutanasia y el suicidio medicamente asistido. No tenia dudas, pero pasó algo que me hizo empezar a reflexionar sobre la misión de la asociación: fueron testimonios que leí sobre procesos de muerte de familiares", explicó Amparo Espinosa.
Llegó al Máster de Bioética de la Universidad Católica de Ávila (UCAV) y la Universidad San Pablo CEU buscando profundizar en los conocimientos de bioética ya que en "todos esos testimonios tenían el mismo denominador de que no les quitaban el dolor. No se mencionan los cuidados paliativos, la gente tiene miedo en México de hablar de tranquilizantes porque piensan que se vana volver adictos y los médicos tienen miedo porque las drogas son tabú".
"En esta situación llegué a cuestionarme mi planteamiento inicial: ¿morir con dignidad equivale a eutanasia?", aseguró.
Y en la Universidad Católica de Ávila (España) descubrió la importancia de los cuidados paliativos.
"Hay muchas nuevas maneras de ver la muerte digna y la primera que no equivale a eutanasia y suicidio medicamente asistido. No sé qué pasará al final cuando no hay otro remedio [para quitar el dolor] pero está tan lejos…", precisó.