El conflicto en la diócesis argentina de San Rafael ha escalado en los últimos días, en medio de la confrontación de un grupo de laicos, seminaristas y sacerdotes locales que se oponen a la decisión del Obispo, Mons. Eduardo María Taussig, de permitir exclusivamente la comunión en la mano. La situación ha llegado a implicar a un Arzobispo Emérito del país.
Este 31 de julio, Mons. Taussig publicó una amonestación canónica dirigida a la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, ordenando que una "innovación" pastoral para la entrega de la comunión a los fieles "cese de inmediato".
El Prelado señaló que en la parroquia argentina "se ha comenzado a dar la comunión en la mano pero con el agregado de una 'innovación' pastoral que consistiría en ofrecer a cada fiel que se acerca a recibir la comunión un lienzo blanco para poner en la mano que recibe la hostia, hacer la comunión y luego descartar ese lienzo en un cesto, eventualmente para ser lavado o quemado (ignoro su destino), con el objeto de 'cuidar' las partículas que pudieran desprenderse de la hostia recibida".
En vez de realizar esta práctica, el Obispo exhortó "a que la comunión sea distribuida y recibida conforme a las indicaciones de la Conferencia Episcopal Argentina", que alentó desde marzo de este año a que la Eucaristía sea entregada "solamente en la mano".
En su amonestación, Mons. Taussig lamentó también "la situación de rebeldía de un sector significativo del Clero, que no poco ha incidido en perjuicio del Seminario" de la diócesis, "Santa María Madre de Dios".
Después del cierre de los templos como medida de prevención para evitar el contagio de coronavirus COVID-19, Mons. Taussig anunció la reanudación del culto público desde el 16 de junio. Como parte del protocolo decretado por el Obispo, se anunció que "la Sagrada Eucaristía se dará en la mano".