El sacerdote italiano Paolo Dall'Oglio, secuestrado desde hace siete años, fue recordado en Roma, donde se destacó su dedicación a la búsqueda de la paz y la justicia, así como su gran amor por el pueblo de Siria, donde se le vio por última vez.
El P. Dall'Oglio es un misionero italiano conocido por su servicio en el diálogo interreligioso y por haber refundado en Siria la comunidad monástica católica-siria en la década de 1980.
En 2012 fue expulsado de Siria con un decreto y se mudó por un breve período a Sulaymanya en la zona del Kurdistán iraquí, donde fue acogido por la nueva fundación monástica de Deir Maryam al Adhra.
Al volver a Siria para buscar la liberación de un grupo en Raqqa, entre ellos dos obispos ortodoxos, el sacerdote desapareció el 29 de julio de 2013 y desde entonces no hay noticias suyas, aunque existen algunos rumores que indican que fue ejecutado.
El Papa Francisco también expresó su preocupación por la suerte del sacerdote jesuita y en enero de 2019 se reunió con algunos de sus familiares.
"Mi llamado es que no olviden a Siria", dijo en conferencia de prensa el 29 de julio Immacolata Dall'Oglio, hermana del sacerdote. "Paolo fue secuestrado porque sabía que su misión estaba junto al pueblo sirio", agregó.