BUENOS AIRES,
En una declaración de su Comisión Directiva Nacional, el Movimiento Familiar Cristiano en Argentina expresó su preocupación por el posible nombramiento de la jueza Carmen Argibay, declarada abortista, a la Corte Suprema de Justicia.
El grupo manifestó su “gran preocupación” ante el posible nombramiento “de una profesional que públicamente defiende su posición abortista, cuando sabemos que esta práctica es ilegal en nuestro país”.
Las mil quinientas familias del Movimiento reiteran en el texto “que el primer servicio de la familia es ser familia. En el amor familiar y conyugal se expresa y realiza la entidad de la familia: el amor y la vida constituyen su núcleo más íntimo. El matrimonio es una comunidad de vida y amor, abierta generosa, respetuosa y responsablemente a la vida”.
“El Libro de la Sabiduría -subraya- nos enseña a no apartarnos de la voluntad de Dios; y nos llama a amar la justicia, a no contradecir su palabra. A quienes tienen el oficio de gobernar la sociedad, darle su marco legal, hacer justicia, Dios les indica guardar el orden que Él imprimió; no proyectar pretendidos derechos que se enfrenten con su ley, no crear normas que contradigan la moral natural, no permitir que las costumbres sean avasalladas por antivalores. No hay verdadera sabiduría si no arraiga en la Ley de Dios”.
Asimismo, recuerda que “la plenitud de la familia se da en la fidelidad, la estabilidad, la abnegación, la servicialidad, la hospitalidad, la alegría, incorporando a estos principios los valores de la sociedad actual: valoración de la mujer en igualdad con el hombre, colaboración entre los esposos en la manera de llevar el trabajo y las responsabilidades de la casa, diálogo y participación en las relaciones con los hijos, etc. Los dos propósitos del matrimonio, el amor y la vida, están mutuamente interconectados hasta ser inseparables”.
“Queremos sembrar semillas de alegría y felicidad espiritual en las familias donde haya lágrimas de sufrimiento y de desesperanza. Queremos tender una mano a quienes la necesiten. Queremos anunciar a las familias el Evangelio de la vida”, concluye el texto.