VATICANO,
Hace 4 años, el 26 de julio de 2016, el sacerdote francés Jacques Hamel murió a manos de terroristas de Estado Islámico que asaltaron su parroquia en la localidad de Saint-Etienne-du-Rouvray, en Normandía, Francia, mientras celebraba Misa.
El sacerdote, de 85 años de edad, intentó detener a los asaltantes armados con cuchillos, pero los yihadistas lo apuñalaron y degollaron junto al altar al grito de "Allahu akbar", "Dios es grande", en árabe. Al verse mortalmente herido, el P. Hamel gritó: "¡Apártate, Satanás!".
Para recordar al sacerdote, que se encuentra en proceso de beatificación, la iglesia en la que fue asesinado el P. Hamel acogió este domingo 26 de julio una Misa presidida por el Arzobispo de Rouen, Mons. Dominique Lebrun, en su memoria.
Posteriormente, tuvo lugar un homenaje ante la placa en memoria del P. Hamel en el que también participó el ministro del Interior de Francia, Gérald Darmanin.
En su intervención, el ministro del Interior, alabó a la comunidad católica por su sentido de la reconciliación y del perdón: "No habéis cedido a la tentación ni de la rendición ni de la cólera, al deseo de revancha o de venganza. Habéis optado por la unión y por la paz".
Aseguró que "el asesinato del P. Hamel no solo golpeó a los cristianos, sino a toda Francia en su corazón y en su espíritu".