El Obispo de Vitoria (España), Mons. Juan Carlos Elizalde, presidió este sábado 25 de julio una Misa por los fallecidos a causa del coronavirus y rezó especialmente por quienes murieron "en la soledad más absoluta".
En la Eucaristía concelebrada por el vicario general, P. Carlos García Llata y otros 20 sacerdotes, el Prelado español se refirió a los fallecidos cuyos cuerpos no han sido reclamados.
"En ellos volvemos a ver el drama de la soledad de muchos de nuestros mayores, una terrible situación a la que debemos buscar solución entre todos. Conocíamos esta semana los primeros números de estos fallecidos sin familiares o amigos conocidos y que no han encontrado despedida de ningún tipo. Hoy también oramos por ellos", dijo el Obispo.
Hablando luego sobre la Virgen, el Prelado aseguró que "Santa María, la Madre Dolorosa, junto a la Cruz ha acompañado no solo a su Hijo divino, sino a todos y cada uno de sus hijos que han muerto, muchos de ellos en la soledad más absoluta por exigencias sanitarias, lejos de sus familias, solos y aislados. Sin besos ni abrazos de consuelo, se han ido en silencio".
"Nunca hubiéramos pensado que la triste noticia de la muerte de un ser que amamos haya podido ser tan dura, dejándonos con lágrimas y suspiros de impotencia. La Virgen María estaba ahí, como una buena madre, que nunca abandona a sus hijos. Ella siempre auxilio de los cristianos, consoladora de los afligidos en las manos de médicos, enfermeros y cuidadores de residencias de mayores".
Mons. Elizalde agradeció a "las verónicas de nuestros días que han limpiado el rostro de tantos enfermos y que han cogido su mano cuando más la necesitaban. Gracias cuidadores, enfermeras y médicos".