La Basílica de la Natividad de Belén, donde según la tradición se encuentra el lugar donde nació Jesús, cerró nuevamente sus puertas por el COVID-19.
La Basílica había estado cerrada desde el 5 de marzo hasta el 26 de mayo, pero según informó el diario italiano Avvenire, este lugar de culto está de nuevo cerrado.
Junto a la Basílica de la Natividad, están cerradas también la plaza cercana y todas las tiendas.
"Pensábamos que habíamos sido afortunados y estábamos intentando reorganizar todo nuestro trabajo con proyectos para apoyar a la población, gravemente afectada por la crisis económica causada por el bloqueo de las peregrinaciones", indicó el responsable de los proyectos de Pro Terra Sancta en Belén, Vincenzo Bellomo.
De hecho, todas las actividades están detenidas y el estado de emergencia ha sido prorrogado hasta el 5 de agosto.
Esto causa un fuerte impacto económico ya que en Belén "al menos el 80% de las familias viven del turismo", afirma Bellomo quien añade que "en los últimos dos años había habido un aumento y se habían realizado pequeñas inversiones", en cambio, desde marzo, no ha habido ningún peregrino "por lo que casi todas las familias no han tenido ingresos".