Con la llegada de las reliquias de Santa Clara de Asís a la Catedral Metropolitana, numerosos mexicanos celebraron los 25 años de la primera visita del Papa Juan Pablo II al país con una Misa presidida por el Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera.
En la celebración eucarística, el Cardenal recordó que “el Domingo de Ramos de 1212, Clara, hija de una noble familia, después de escuchar los fervorosos sermones de San Francisco de Asís, decidió consagrar su vida a Cristo Jesús. En el cielo brillaban las estrellas cuando Francisco de Asís, en el círculo de sus hermanos menores, en la pequeña Iglesia de la porciúncula, le cortó el cabello y la consagró como ‘novia de Cristo’”.
“Clara fue fiel y por más de cuarenta años penó y oró en el pequeño convento de San Damián por su mundo inquieto; primero sola, luego como madre espiritual de muchas compañeras y ahora por una multitud que por amor a Cristo pobre y sufriente siguen con alegría los pasos de Clara de Asís”, afirmó el Purpurado.
25 Años de visita papal
Refiriéndose a la visita papal de hace 25 años, el Arzobispo expresó que “creo que para Su Santidad Juan Pablo II fue muy significativa esa primera visita. En primer lugar, porque ahí descubre el estilo misionero de su pontificado, porque desde ahí se siente él protegido –como él mismo lo ha dicho– su misión como obispo de Roma y Pastor de la Iglesia Universal, contando siempre con la protección de Santa María de Guadalupe”.
“Y para nosotros los mexicanos esto ha sido un gozo grande, una dicha enorme, el que Su Santidad Juan Pablo II, no sólo haya hecho ese viaje, primero, hace veinticinco años, sino que haya continuado viajando a nuestro país mucho más que a otras partes. Y, sobre todo, alentándonos en nuestra fe”, agregó el Cardenal.