Desde inicios de la pandemia, Cáritas de Piura y Tumbes alimenta a los más pobres de la pandemia, entre ellos enfermos y migrantes venezolanos, que solo en los últimos días sumaron 10 mil personas.
Luego de cuatro meses de que el Perú se declare en Estado de Emergencia por la pandemia, Cáritas Piura y Tumbes sigue ayudando a las personas más vulnerables de la pandemia como ancianos, niños, personas con habilidades especiales, migrantes venezolanos.
Además, por encargo del Arzobispo de Piura y Tumbes, Mons. José Antonio Eguren Anselmi, Cáritas Arquidiocesana ha ayudado de forma especial a los enfermos de COVID-19 y sus familias que deben guardar cuarentena.
Durante la emergencia, Cáritas priorizó la entrega de alimentos y solo en los últimos días, lograron repartir 40 toneladas de paquetes con productos alimenticios no perecibles y víveres para consumo familiar. En total, se llegaron a beneficiar más de dos mil familias, que suman diez mil habitantes de ambas provincias del norte del país.
Los donativos fueron repartidos por los sacerdotes de la Vicaría Episcopal de Tumbes y Talara, que ayudaron a familias de Zarumilla, Zorritos y Negritos. En Piura se ayudó desde Sullana a habitantes de los centros poblados como Cruceta y Las Lomas y otros ubicados en la margen izquierda del Río Tambogrande. Mientras que en Paita Alta, se apoyó a las "familias de migrantes venezolanos que han perdido sus trabajos a causa de la pandemia".
También, se beneficiaron familias de distintas parroquias de la ciudad e internos del Penal de Varones Ex Río Seco y las familias de la Asociación por la Vida (ASPOV-PIURA), que atiende a pacientes con VIH/SIDA.