El pasado 20 de julio las fuerzas israelíes realizaron una operación para retirar una fuente bautismal bizantina del siglo VI, que Israel dice fue robada de un lugar arqueológico hace 20 años. En respuesta, una autoridad palestina afirma que el acto ha sido un robo y un "crimen de guerra".
La fuente, que se cree estaba en una iglesia del siglo VI en un lugar arqueológico cerca de Belén, donde fue descubierta, pesa alrededor de ocho toneladas. Solo existirían otras dos similares.
En un video difundido por el Departamento de Diplomacia Pública y Política de Palestina se muestra cómo la fuente es llevada por un camión durante la noche.
Ni las autoridades de Israel ni las de Palestina han informado de dónde exactamente se retiró la fuente, pero los medios palestinos indican que fue retirada del pueblo de Tuqu, ubicado a una hora al sur de Belén.
El asunto sobre quién está a cargo de los lugares arqueológicos en la región y cómo se administran es complejo, con múltiples problemas legales y prácticos.
"El robo de Israel de una fuente de la era bizantina en las cercanías de Belén durante la noche es un acto abominable de asalto y una apropiación cultural", dijo en una declaración Hanan Ashrawi, jefa del Departamento de Diplomacia Pública y Política de Palestina.