El Cardenal Juan José Omella, Arzobispo de Barcelona (España) y presidente de la Conferencia Episcopal Española, explicó en su carta semanal titulada "un encargo precioso" habló sobre las cuentas públicas de la Iglesia y destacó que "somos portadores de una realidad que nos sobrepasa" y animó a ser "transmisores de esperanza".
Desde hace ocho años la Conferencia Episcopal Española presenta sus cuentas públicamente, algo que el Cardenal Omella calificó de "ejercicio de transparencia ante todas las personas que colaboran en el desarrollo de la misión de la Iglesia y ante todos los ciudadanos de nuestro país".
"Es bueno saber y mostrar lo que uno hace con los recursos que recibe. Es necesario y saludable rendir cuentas de la labor realizada en cada ejercicio. Nos ayuda a todos", destacó el Arzobispo de Barcelona.
También destacó que "la Iglesia ha recibido del mismo Jesucristo un encargo precioso. Somos portadores de una realidad que nos sobrepasa" y a pesar de nuestras imperfecciones y que, "no siempre somos coherentes con el testimonio que hemos recibido de Jesucristo", el Cardenal animó a no perder "la esperanza ni las ganas de seguir siendo frágiles instrumentos de Dios al servicio de la humanidad".
"Hemos acogido con gran fe y amor la invitación de Jesucristo a anunciar la esperanza que mana del Evangelio, a ofrecer al mundo un camino exigente pero que es capaz de dar sentido pleno a la existencia de una persona", destaca y recuerda que "Dios nos ofrece acoger su amor, descubrir nuestra condición de hijos e hijas amados. Y, si somos hijos, entonces, cada uno de nosotros somos hermanos".
Por eso destacó que "los católicos somos llamados a ser transmisores de esperanza y generadores de cohesión social en el mundo y, de manera particular, en nuestro país, afligido por los efectos de una pandemia que está provocando una profunda crisis social y económica".