LIMA,
Un reciente informe del diario peruano La República denuncia una presunta red de acoso y abusos sexuales de sacerdotes contra diversos jóvenes y seminaristas, así como el supuesto encubrimiento y negligencia de obispos, entre ellos el Arzobispo de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) y del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), Mons. Héctor Miguel Cabrejos Vidarte.
Si bien el informe hace equivocadamente referencia a casos de "pederastia" -el abuso sexual específico de niños-, el centenar de denuncias se refieren a adolescentes y jóvenes –efebofilia-, que señalan a una docena de sacerdotes de la Arquidiócesis de Trujillo y de una de sus sufragáneas, la Prelatura de Huamachuco, en el norte del Perú.
Según la investigación, fue un grupo de sacerdotes que acogió las denuncias y las llevó ante las autoridades eclesiásticas y civiles, y ahora ante la prensa local. Sin embargo, de acuerdo al informe, los denunciantes fueron sancionados por la jerarquía eclesial.
Los supuestos abusos se remontan a la década de 1990, pero otras denuncias fueron presentadas en 2005, 2010 y 2015.
En una carta remitida en julio de 2010, una presunta víctima denunció ante el entonces Prelado de Huamachuco, Mons. Sebastián Ramis Torrens, que durante una reunión en la que bebieron alcohol "el Padre Marco Antonio Tito Valle me besó, abrazó y llevándome a su habitación realizando las mismas actitudes frente a mi persona". El joven huyó a su habitación y se encerró: "puse cadena para que no pudiera ingresar a pesar que tocó y tocó con insistencia".
De acuerdo a La República, una investigación encomendada por la Prelatura de Huamachuco concluyó que el P. Tito Valle no habría cometido delito, porque el joven no era menor de edad, así que no presentaron la denuncia ante las autoridades civiles.