"Pensamos que es necesaria una profunda conversión humanística y ecológica para construir una sociedad más igualitaria, avanzando hacia una 'economía con rostro humano' que ponga el centro de la atención en las personas, en la dignidad del trabajo, en el diálogo, para una economía de la producción y el consumo antes que de la especulación", expresó.
Si bien, Argentina pasa por un difícil momento se "necesita abrir nuevos caminos que superen el odio y los internismos, por ello es que también lo vemos como una oportunidad" donde "el encuentro y el diálogo" pueden lograr un "gran acuerdo social y político" que englobe todas las áreas.
"Que permita establecer modos de crecer la economía pero protegiendo el cuidado de la persona humana y el equilibrio ambiental, en el marco de un desarrollo sustentable como lo inspira Laudato Si", sostuvo la Cepas.
"En este sentido es que también aparece la oportunidad de recuperar el federalismo, salir de los esquemas de concentración capitalinos y volver a poner en valor la diversidad productiva y las potencialidades de las distintas regiones del país.
"Se trata de un momento de elección, un tiempo de prueba, donde tenemos que apostar a una profunda transformación de nuestra patria, teniendo presente que Tierra, Techo y Trabajo deben ser derechos sagrados y organizadores de la economía y la sociedad".
"Ante este escenario inédito a escala global, como pastores a los que se nos confió esta tarea de iluminar la labor de la pastoral social del episcopado, abogamos para que trabajemos por la esperanza, teniendo siempre presente que si no hay esperanza para los pobres no la hay para nadie", concluyó Cepas.