Además de los comedores solidarios, los centros de escucha y otras tantas iniciativas para apoyar a los más golpeados por la pandemia del coronavirus en Chile, surgen nuevos voluntariados para abrigar a los más necesitados.
"Tejedoras con Fe" es el nombre del grupo conformado por siete mujeres de la parroquia San Bruno en Santiago.
La iniciativa surgió como una alternativa al comedor solidario que funciona en la parroquia y debido a que muchos feligreses son adultos mayores que no salen de sus casas, como medida sanitaria para prevenir contagios por coronavirus.
Con esa motivación recolectan los ovillos o restos de lana donados por otras personas en la campaña "Dona un ovillo".
Por el momento han entregado gorros de lana y cuellos a un hogar de acogida de niños y siguen tejiendo cuadros de lanas para armar frazadas para personas en situación de calle u otras personas de la parroquia que pueda necesitarlas.
Carla Torres, coordinadora y una de las tejedoras del grupo, manifestó al Arzobispado de Santiago que algunas de las voluntarias "viven completamente solas y estar activas tejiendo y ayudando les ha dado una visión positiva de lo que está pasando actualmente".