El P. Kentenich, dijo, "quiso hacer un acto nuevo, un acto más moderno, y le llamó el acto filial", y es al que se referiría Von Teuffenbach en su informe.
El vocero de los Padres de Schoenstatt en Chile señaló que "este acto filial tiene dos condiciones que son importantes para poder comprenderlo. Una que es libre, no era un acto que todas las hermanas tenían que hacerlo sino solamente las que querían. Y segundo, siempre era con el P. Kentenich y con la Superiora General, nunca el P. Kentenich solo con alguna de ellas".
"Lo tercero, para poder comprenderlo mejor, es que el P. Kentenich tomó un poco la estructura sacramental, de los sacramentos", dijo, y explicó como ejemplo que "la confesión es el perdón de los pecados que nos regala Jesucristo, pero a través de un ser humano".
"Y el P. Kentenich quiso también hacer lo mismo: decir bueno, queremos hacer con este acto religioso una entrega a Dios, pero a través de seres humanos. En este caso él y la superiora general", dijo.
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El P. Moore señaló que el fundador de Schoenstatt "desarrolló cuatro preguntas que son típicas para la consagración de alguien que se entrega a Dios para siempre".
"Él le hacía la pregunta a la hermana '¿a quién le pertenece la hija?', y ella contestaba 'al Padre', pero 'al Padre' era a Dios. Y es como la pregunta fundamental de cualquier consagrado que se entrega a Dios", insistió.
"Esta teóloga italiana afirma que no eran solamente esas cuatro preguntas, sino que se agregaba otras, como por ejemplo a quién pertenecen los ojos, a quien pertenece la oreja, a quién pertenecen los órganos sexuales", dijo el sacerdote chileno, y señaló que Von Teuffenbach "tendría que demostrar donde saco eso, porque yo todo lo que he leído jamás el P. Kentenich agregó otras preguntas".
Sin embargo, el P. Moore precisó que "solamente hay una excepción, que es el caso donde se refiere a un abuso sexual, se podría decir hoy día, con las palabras de hoy, en la cual el P. Kentenich con una hermana agregó una quinta pregunta, que es la pregunta que aparece también ahí, '¿a quién pertenecen los senos?'".
"Y esa quinta pregunta la hizo el P. Kentenich porque él ya conocía a la hermana, y pensó él en ese momento que era un buen momento para que ella se liberara. Indudablemente que es una pregunta bastante compleja, y yo comprendo a la hermana que se haya sentido de alguna manera abusada en su conciencia, de decir bueno esta pregunta es demasiado", señaló.
"Hay que decir, vuelvo a repetir, que esta pregunta no la hizo el Padre solo en una pieza con ella, la hizo en este acto filial junto a la hermana Superiora General. Pero ella lo entendió así y ahí digamos creo que tiene toda la razón también esa hermana de haberlo entendido de esa forma", añadió.