Mons. Francisco Pérez, Arzobispo de Pamplona –Tudela (España), presidió el 7 de julio la celebración de la Misa por la fiesta de San Fermín, patrón de la arquidiócesis local, a quien le hizo un especial pedido.
En la capilla de San Fermín en la iglesia de San Lorenzo en Pamplona, el Arzobispo recordó que "en el corazón de todos los pamploneses y de todos los navarros hay una fuerte experiencia de devoción a la fiesta de San Fermín".
"Una cosa es la fiesta del santo que sigue en pie y otra cosa los festejos que se han aplazado. Por eso en estos momentos celebramos la fiesta bien acogida por todos los devotos y amigos de San Fermín", destacó el Prelado en la Eucaristía en la que se guardó todas las medidas sanitarias necesarias para evitar el contagio del coronavirus.
Mons. Pérez recordó que "venimos a los pies de San Fermín para rogarle que nos ayude a vivir con nobleza de corazón y dando gracias por el fin con el que hemos sido creados y es para amar puesto que la fuente está en Dios. Y este es el auténtico humanismo. Un humanismo que niega de raíz a Dios, es un humanismo que poco tiene que ver con lo humano".
El Arzobispo de Pamplona pidió a San Fermín "que nos ayude a vivir la autenticidad de la realidad humana y nos eche el capotico en este nuevo tiempo" y a la Virgen María que "nos empuje a ser coherentes en nuestra vida y consecuentes con nuestros gestos de amor que son los más humanos".
El Prelado advirtió del peligro del "humanismo exclusivo que pone su énfasis en colocar al ser humano como centro del universo" pero que "no ha dado con la solución a los problemas del corazón humano".