Un proyecto en Costa Rica promueve la adopción espiritual de un niño no nacido, con el fin de orar por los bebés que están en peligro de aborto alrededor del mundo.
Heidy Paniagua, miembro del programa en la Palmera de San Carlos, indicó a ACI Prensa que el proyecto de "Adopción espiritual de un niño no nacido en peligro de aborto" llegó a Costa Rica gracias a la miembro de la Orden Franciscana Seglar, Iris Julieta Ramírez Salas.
Mientras vivía en Estados Unidos, Ramírez fue parte del aborto de una conocida suya que estaba embarazada y a la cual le diagnosticaron sarampión negro.
"Iris cuenta que ella ayudó a esta madre a encontrar la clínica y el dinero para llevar a cabo el aborto", señaló Paniagua.
Debido a esta experiencia, Ramírez quedó marcada y luego de una confesión empezó a buscar acciones contra el aborto, que la llevaron a encontrar una tarjeta de adopción espiritual donde se veía a Jesús llevando a un niño abortado en sus manos.
"Ella solicitó por medio de una carta las mismas tarjetas a las personas que en ese momento organizaban lo que era la adopción espiritual", resaltó Paniagua.