CALIFORNIA,
El 4 de julio, en la noche del Día de la Independencia de Estados Unidos, una multitud en Sacramento (California) derribó una estatua de San Junípero Serra, le prendió fuego y la golpeó con martillos.
La estatua, en los terrenos del capitolio estatal de California, ha sido la tercera del misionero derribada en California en las últimas semanas. El Obispo de Sacramento, Mons. Jaime Soto, respondió a lo ocurrido recordando que el santo trabajó para promover la dignidad de los pueblos indígenas.
Según informes de los medios locales, el 4 de julio una gran multitud se congregó alrededor de la estatua en el Capitol Park aproximadamente a las 9 de la noche.
Un hombre quemó la cara de la estatua de Serra con un aerosol y una llama, previo a derribarla de su base usando correas de remolque. Después de que la estatua cayó, la multitud la golpeó con un mazo y otros objetos, bailando y saltando sobre ella.
La multitud coreó "levántate, pueblo mío, levántate", mientras destruía la estatua.
Los manifestantes se dispersaron cuando los oficiales de la Patrulla de Carreteras de California intervinieron, informó el diario Sacramento Bee.