La Autoridad de Información Financiera del Vaticano informó que recibió 64 informes de actividades sospechosas en 2019, 15 de los cuales remitió al Promotor de Justicia para un posible enjuiciamiento.
En su informe anual, publicado el 3 de julio, la Autoridad de Información Financiera (AIF) elogió "la tendencia al alza en la relación entre los informes al Promotor de Justicia" y los casos de actividad financiera sospechosa.
El informe se adelanta a una inspección programada por Moneyval, el organismo de control antilavado de dinero del Consejo de Europa, que ha solicitado al Vaticano para que procese las infracciones de las regulaciones financieras.
A diferencia de años anteriores, el informe no fue presentado en una conferencia de prensa en el Vaticano.
La AIF fue establecida por Benedicto XVI en 2010 para supervisar las transacciones financieras del Vaticano. Se encarga de garantizar que las políticas bancarias internas cumplan con los estándares financieros internacionales.
El número de informes de actividades sospechosas, conocidos por las siglas en inglés "SAR", se considera un indicador importante del desempeño de la AIF. En 2017, había 150, mientras que en 2018 había 56.