Mons. Manuel Herrero, Obispo de Palencia (España), anunció en una carta que la Diócesis ha abierto un Fondo de Solidaridad Diocesano con motivo de la crisis socio-económica provocada por el COVID-19.
Según explica el Prelado, este año 2020 está siendo especialmente difícil para todos, "los afectados por el covid-19, muchos han muerto, otros han quedado tocados de alguna manera en su salud, también las familias que no han podido visitar a sus familiares enfermos, ni despedir como sería lo normal y según sus deseos de los difuntos".
El Obispo recuerda que muchos empresarios, autónomos, empleados sujetos a regulaciones temporales de empleo, ERTEs o a EREs, "han tenido que cerrar su negocio y han tenido que asumir el paro, con las consecuencias económicas para sus familias porque algunos no han recibido nada todavía, y, como consecuencia, pasando realmente hambre".
Mons. Herrero también destaca las consecuencias psicológicas que ha traído "el haber estado tanto tiempo confinados para los mayores, los niños ya para todos, y la consecuencia de no haber podido vivir en plenitud nuestros derechos, entre ellos la libertad de movimientos".
Según destaca "ahora estamos viviendo un momento difícil" por el miedo a los rebrotes y a sufrir otro confinamiento.
Por eso explica en la carta que "como comunidad cristiana estamos llamados a ser iglesia samaritana", y destaca que "en este momento, además del cauce habitual que tiene la Diócesis a través de Cáritas parroquiales y diocesana, que vienen ayudando a personas necesitadas con diversos programas, queremos abrir un cauce extraordinario de solidaridad con algunos colectivos que son víctimas de esta crisis económico-social a través de la Fundación diocesana 'El Buen Samaritano. Ayuda a las personas en paro'".