Los obispos de Estados Unidos solicitaron a la administración Trump que considere detener varias ejecuciones federales luego que la Corte Suprema declinara atender la apelación de cuatro presos condenados a muerte.
"Ahora que la Corte Suprema ha declinado atender las apelaciones de cuatro presos condenados a muerte y que el Departamento de Justicia ha establecido nuevas fechas de ejecución comenzando el 13 de julio, reitero el pedido hecho en julio pasado para que la administración revierta el curso", escribió en una declaración del 30 de junio, Mons. Paul Coakley, jefe del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano del Episcopado estadounidense.
"Como se indicó a la Corte Suprema en otro caso este año, los obispos han pedido el fin de la pena de muerte durante décadas. Además, los papas San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco han pedido el fin de la pena de muerte en todo el mundo", agregó el también Arzobispo de Oklahoma City.
En julio de 2019 el fiscal general William Barr anunció que el Departamento de Justicia y la Oficina General de Prisiones reasumirían las ejecuciones federales por primera vez en 20 años, y nombró a un grupo de cinco personas que serían los primeros presos en ser ejecutados.
"El Departamento de Justicia ha buscado la pena de muerte contra los peores criminales, incluyendo estos cinco asesinos, cada uno de los cuales fue condenado por un jurado luego de un proceso justo", dijo Barr.
Tres de las ejecuciones están programadas para el 13 de julio. La última ejecución federal se realizó en 2003.