BUENOS AIRES,
Durante la Misa presidida el miércoles en la parroquia bonaerense de Santa Inés, el Arzobispo de Buenos Aires Cardenal Jorge Mario Bergoglio, señaló que el aborto es un crimen que destruye a los niños; pero advirtió que también los antivalores son una forma de destrucción.
“Se destruye” a los niños, “primero con el asesinato tremendo del aborto, no dejando que lleguen al mundo, un crimen horrendo. También se los destruye quitándoles valores y poniendo antivalores en su cabeza”.
El Purpurado señaló durante la fiesta de Santa Inés, patrona de la pureza, manifestó que “ustedes tienen que ser chicos y chicas de horizontes de grandeza. Fíjense cómo el mundo, esta civilización, quiere destruir los pilares de esperanza de un pueblo. El mundo en que vivimos pretende destruir a los jóvenes, quiere destruir a los ancianos; ese es el espíritu del mundo”.
La sociedad actual “anestesia” a los jóvenes, lo que significa “quitarles los ideales, quitarles el horizonte, quitarles la grandeza. Quitarles ese camino de madurez hacia la victoria. Todos los jóvenes, buenos por vocación, deben madurar para vencer”, dijo el Purpurado.
“Ser joven –explicó- es animarse a mirar horizontes, no quedarse encerrado. Ser joven es madurar para la victoria, es decir, aprender a luchar, aprender a trabajar, aprender a mirar al mundo con ojos de grandeza. Ser joven significa tener grandeza. Y eso no es fácil, porque nuestra civilización, en todas partes, les ofrece a los jóvenes panoramas sin horizontes”.
Pidió más adelante que “no se dejen engañar, no se dejen robar la victoria, no se dejen anestesiar las ilusiones, no se dejen borrar los horizontes”, porque “nuestros jóvenes son atacados por la seducción de la cosa fácil, de lo que está en la mano. Como si les mostraran vidrios de colores diciendo: ‘esto es lo que vale’, mientras les roban el oro de la riqueza del alma”.