Este viernes 26 de junio un juez federal aprobó la reapertura de las iglesias, del mismo modo en que se permiten las protestas en las calles o la actividad económica en los centros comerciales en el estado de Nueva York (Estados Unidos).
El fallo del juez Gary Sharpe, del distrito del norte de Nueva York, establece que el estado no puede limitar el culto religioso en iglesias o en exteriores durante la pandemia de coronavirus, siempre y cuando se mantenga la distancia social, como ya se hace en los negocios.
La decisión del juez se da tras la demanda presentada por la Thomas More Society (Sociedad Tomás Moro), en representación de varios grupos religiosos entre los cuales no había ninguna diócesis católica.
Una de las razones de la demanda fue el trato preferencial de las autoridades del estado al permitir o alentar protestas multitudinarias o encuentros de hasta 150 personas, como una graduación, al tiempo que reducía los servicios de culto religioso a un aforo máximo de 25 personas.
El gobernador de Nueva York, Andew Cuomo, y el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, permitieron e incluso alentaron las protestas contra el racismo en las que participaron cientos y miles de personas en las últimas semanas, pese a los estrictos límites de no más de 25 personas en reuniones en exteriores.
El 2 de junio, de Blasio dijo que "cuando ves a una nación, a toda una nación, reuniéndose simultáneamente para responder a una extraordinaria crisis cuya semilla se remonta a hace 400 años con el racismo norteamericano, pues lo siento, no es lo mismo que el angustiado dueño de una tienda o la persona religiosa devota que quiere volver a los servicios de culto".