Los obispos del Perú presentaron el "Protocolo para las Actividades Religiosas de la Iglesia Católica en tiempos de pandemia", elaborado con algunas sugerencias del Ministerio de Salud y dejando a cada prelado la elección de la fecha del reinicio de Misas con fieles y la gradual apertura de los lugares de culto.
El documento fue publicado el 25 de junio y establece tres fases.
La primera comienza una vez que haya terminado el estado de emergencia nacional, llamado comúnmente "cuarentena". Entonces cada obispo "establecerá la fecha" a partir de la cual los fieles podrán ir a las iglesias para celebrar las Misas, "así como para la celebración de otros sacramentos o actos de culto".
Sin embargo, esto no podrá ser de manera masiva, "sino con el aforo reducido a un tercio (1/3) de capacidad del templo, guardando el distanciamiento social requerido de un (01) metro como mínimo y observando de modo estricto el presente protocolo y las normas específicas que el mismo obispo eventualmente establezca para su jurisdicción eclesial".
La segunda fase se refiere al restablecimiento gradual de las "reuniones de formación catequética y pastoral, priorizando en lo que corresponda las modalidades virtuales y cumpliendo estrictamente las normas y criterios organizativos y sanitarios", mientras que la tercera concierne al regreso de la "vida pastoral ordinaria de manera progresiva, teniendo en cuenta las medidas que fueren necesarias hasta que se encuentre la solución médica a esta pandemia".
Entre otras disposiciones del protocolo, se extiende la dispensa de la Misa dominical durante la pandemia a la población de riesgo, como los mayores de 65 años o personas que padecen cáncer, diabetes y obesidad, entre otras enfermedades que pueden agravarse debido al COVID-19.