VATICANO,
Los cristianos de Tierra Santa se enfrentan a una segunda ola de la pandemia de coronavirus que, desde su inicio, ha causado graves daños económicos en una población que ya padecía dificultades para desarrollarse debido al conflicto palestino-israelí.
Ahora, con la suspensión de las peregrinaciones para evitar una mayor difusión del virus, la situación de muchas familias cristianas cuya economía se sustentaba en la afluencia de cristianos procedentes de todo el mundo, ha empeorado.
En declaraciones a EWTN y ACI Prensa, el Cardenal Fernando Filoni, Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén, señaló que "todas las familias, todas las actividades están en crisis. Por lo tanto, las noticias que indican que se podría producir un retroceso con respecto al COVID 19 están generando una gran preocupación".
En ese sentido, mostró su confianza en que las autoridades sean capaces de detener a tiempo el repunte de la pandemia "y que las peregrinaciones se retomen cuanto antes", ya que, en gran medida, el futuro de las comunidades cristianas en Tierra Santa depende de ellas.
No obstante, el Gran Maestre explicó que la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén está haciendo grandes esfuerzos para ayudar a las familias cristianas, para lo cual ha abierto un fondo extraordinario de ayudas económicas.
"La Orden, que tiene la responsabilidad en gran parte de contribuir a la vida de la Iglesia en Tierra Santa, ya había establecido un fondo para necesidades generales, pero debido a la COVID 19, que ha creado numerosas dificultades que no esperábamos, y teniendo en cuenta que muchos miembros se preguntaban 'qué vamos a hacer por Tierra Santa', hemos abierto un fondo para que quien con generosidad desee participar pueda aportar de forma suplementaria dinero para ayudar a las familias de allí", señaló.