Ante el aumento de asesinatos, atentados y amenazas contra líderes sociales en algunas regiones de Colombia, el Vicario Apostólico de Inírida, Mons. Joselito Carreño Quiñones, hizo un llamado al Gobierno y a las organizaciones de derechos humanos para trabajar por el respeto a la vida de estas personas.
En una nota publicada este jueves en el sitio web de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), el Prelado pidió respetar a los líderes sociales que tienen la tarea de "luchar y defender los derechos de las comunidades ubicadas en sectores marginados y que históricamente han sido excluidos" en departamentos como Guaviare, Meta y Vaupés.
La nota de la CEC explica que estos hechos de violencia los perpetran exguerrilleros de las FARC, exploradores ilegales de minerales, narcotraficantes y "sucesores del paramilitarismo", entre otros.
Ante esta situación, comenta el Vicario Apostólico de Inírida, "hay que sensibilizar al máximo la sociedad, desnaturalizar la violencia y no aceptarla más; porque cuando la sociedad calla, esa sociedad otorga".
"No se puede permitir que esos líderes comunitarios, asociados a la defensa de su territorio, de los derechos humanos y a la participación política de la comunidad en la exigencia de sus derechos, sigan siendo asesinados", destacó.
El Prelado dijo también que la Iglesia insiste en la necesidad de crear una política pública nacional "para enfrentar esta amenaza, política, que incluya acciones de protección, de respuesta oportuna a las alertas y de presencia eficaz de las instituciones del estado en las comunidades más vulnerables".