MIAMI,
Dirigidos por un sacerdote haitiano, un grupo de jóvenes adultos pertenecientes a la iglesia de San Agustín, en Florida (Estados Unidos), colocaron velas frente al altar y se arrodillaron ante el Santísimo Sacramento expuesto mientras reflexionaban sobre el pecado del racismo.
"Es importante que hagamos un examen de conciencia", exhortó el P. Reginald Jean-Mary la noche del 9 de junio, según informó Florida Catholic, el diario oficial de la Arquidiócesis de Miami.
El medio informa que el párroco de la iglesia Notre Dame d'Haiti pronunció un apasionado discurso sobre el racismo durante una Noche de Oración por el fin de injusticia y por la paz en el país, después de la trágica muerte de George Floyd, un afroamericano asesinado a manos de la policía.
"¿Qué tipo de actitud tenemos hacia las personas que son diferentes a nosotros? El racismo es un pecado ancestral. No debemos temer enfrentar el racismo de una manera sana y no violenta. El racismo niega la fuente misma de la humanidad. Niega la imagen de Dios en cada persona. Le roba a la gente su dignidad. Es una injusticia flagrante. En el siglo XXI, el silencio contra el racismo es complicidad", explicó el sacerdote.
El presbítero lamentó que "muchas personas continúan muriendo", que él mismo ha "experimentado el racismo"; sin embargo, cree que esta situación "puede cambiar a través de la educación" y que se debe llegar a las raíces.
"Debemos comprometernos a luchar contra la estructura social que apoya el racismo, una estructura social que no solo lo sostiene sino que lo promueve", dijo el P. Jean-Mary, y agregó que todos somos hijos de Dios, hermanos y hermanas.