VATICANO,
El Papa Francisco afirmó, durante la Audiencia General celebrada en el Palacio Apostólico del Vaticano este miércoles 17 de junio, que Moisés "fue el más grande profeta de Jesús", en el sentido de que su forma de relacionarse con Dios es la misma que la de Jesús: la intercesión.
El Santo Padre continuó con la serie de catequesis sobre la oración y, en esta ocasión, se centró en la figura de Moisés. El Papa explicó que Moisés aparece en el libro del Éxodo como una persona derrotada.
El libro lo muestra "en la tierra de Madian como un fugitivo". "Precisamente, en el silencio del desierto de Madian, Dios convoca a Moisés a la revelación de la zarza ardiente".
Dios habla a Moisés y "lo invita a preocuparse de nuevo por el pueblo de Israel. Moisés opone sus miedos y objeciones: no es digno de la misión, no conoce el nombre de Dios, los israelitas no le creerán, tiene una lengua dubitativa…".
"Con esos temores, con ese corazón que con frecuencia vacila, Moisés se presenta como un hombre como nosotros", señaló Francisco. "Y es por esa debilidad, más que por su fuerza, por lo que quedamos tocados".
Moisés, "encargado por Dios de transmitir la Ley a su pueblo, fundador del culto divino, mediador de los misterios más altos, no por ese motivo cesará de establecer estrechos vínculos de solidaridad con su pueblo, especialmente a la hora de las tentaciones y del pecado".