REDACCION CENTRAL,
"Un regalo honorable y sincero de Dios: Eso es lo que significa el nombre de mi hijo, quien fue concebido en una violación en grupo", así inicia su duro testimonio de vida Paula Peyton, una conferencista y activista provida que hoy apoya a mujeres que viven una situación similar.
Paula, oriunda de Memphis, Tennessee (Estados Unidos), fue concebida en una violación en 1991 y es la madre de Caleb, un niño concebido en una violación en grupo en 2017. Actualmente se desempeña como directora ejecutiva de Hope After Rape Conception, una organización sin fines de lucro dedicada a ayudar a las madres que sufrieron violación y necesitan apoyo para criar a sus hijos.
Paula relató su historia el 5 de junio en una columna publicada en la plataforma provida Live Action.
"Sufrí un trauma la noche en que fue concebido. No se puede negar la existencia de un trauma después de que dos hombres te apuntan con una pistola y te violan de todas las formas imaginables. Honestamente, cuando terminaron conmigo, no estaba seguro de por qué Dios me salvó la vida. Mi alma simplemente se apagó y viví en un perpetuo estado de duelo", narró Paula sobre el terrible suceso que marcó su vida para siempre.
La mujer dijo que en aquel tiempo de dificultad un miembro del clero de la confesión evangélica a la que asistía "la empujó sin parar a tomar la píldora del día siguiente".
"En aquel entonces no estaba segura de cómo me sentía sobre el plan b, pero sabía lo suficiente como para saber que podría evitar que una persona humana única se implante en el útero durante su etapa embrionaria. Así que decidí no tomarlo y evité los numerosos mensajes de texto y llamadas telefónicas del clero", cuenta.