El Arzobispo de Los Ángeles y presidente de los Obispos Católicos de Estados Unidos, Mons. José Gomez, recordó que todos los humanos son hijos de Dios sin importar el color de piel y llamó a generar un cambio en el país, para alcanzar la igualdad racial.
Este martes 9 de junio, Mons. Gomez celebró una Misa en la Catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles en la que reflexionó sobre la injusticia racial, en relación al funeral de George Floyd, quien falleció luego que un oficial del Departamento de Policía de Minneapolis se arrodillara sobre su cuello durante varios minutos, cortándole la respiración.
El funeral de Floyd se celebró este martes en Houston (Texas), en la iglesia evangélica The Fountain of Praise, donde se congregaron familiares y amigos respetando las medidas de distanciamiento social para prevenir el contagio de coronavirus.
El Prelado señaló que la muerte de Floyd es una tragedia que "nunca debió haber pasado" y un recordatorio que, como nación, el país tiene un "camino muy largo que recorrer", para enfrentar el racismo y la desigualdad que todavía "sigue infectando a nuestras instituciones".
Mons. Gomez resaltó que Dios no diferencia entre el color de piel, sino que llama a todos como hijos e hijas, y que, como católicos, los fieles deben compartir esta verdad con la sociedad.
"Jesús nos enseñó a rezar el Padre Nuestro. Lo que significa que todos somos hermanos y hermanas, cada uno de nosotros es un hijo, una hija de Dios, creados a su imagen y semejanza", agregó.